Iros, iros con vuestros triunfos,
segadores de la vida,
sembradores de la muerte,
verdugos de los ancianos
y de los aún no natos.
Seáis varones o hembras,
o un no sé qué,
andáis sin moral equipaje,
ignoráis la decencia, la cordura
y la ley natural.
Os favorecen el silencio y la
ambigüedad,
distintivos de la timorata postura
moderada.
Si ésta habla o actúa que lo haga claro,
sin complejos ni incongruencias.
La credibilidad y la confianza hay que
ganársela
día a día. Nada se regala.
Mentes sucias han vencido,
una vez más, en el Parlamento.
Leyes inicuas aprobadas,
voces en contra desoídas.
¿ Tan bajo hemos caído ?
Habría que saber cuántas frustraciones
y experiencias traumáticas
subyacen en los del “ Sí “.
En fin, en política, como en botica, hay de
todo.
Pero en nuestra particular colmado
hay mucha mercancía podrida a la venta.
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