En el Día de la Sagrada Familia, además
de celebrarlo cristianamente, conviene
reparar en las
muchas rotas, en las
fracasadas y el porqué.
¿ Acaso no hubo amor o no se cultivó
el amor y el ejemplo en ellas ?
¿ Influyeron las nuevas y arrastradas
“ modas “ sociales, utilitarias y relativistas?
Sean cuales sean las múltiples causas
y las diferentes respuestas, el hecho es
que la Institución familiar está en declive
y en situación irreversible.
Se impone la reivindicación de la
familia
y eliminar los factores que la
hunden
en el precipicio y la
desestructuran.
Cuando las familias se desmoronan o
su sentido se desvirtúa, las
sociedades
andan a ciegas, camino de la nada.
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