Se sabe que la Moción de Censura promovida por VOX, contra el presidente del Gobierno, está condenada al fracaso, ya que no contará con los apoyos necesarios para prosperar, ni siquiera encabezándola la prestigiosa figura política e intelectual de Ramón Tamames, ex comunista y antifranquista de viejo cuño. Santiago Abascal lo avala como “ independiente “. Tal vez lo sea ahora, aunque ha “ veleteado “ bastante, pero pasó el tiempo de su tren. A los 89 años pocos milagros se pueden hacer, si bien personas de su talla y experiencia pueden aportar mucho al país, a través de conferencias, consejos, tertulias y escritos. Pero meterse activamente en el barro político es otro cantar.
Tamames no comparte algunos postulados y
posiciones de VOX. Parece más bien un “ verso libre “, que quiere aprovechar la
ocasión para dar, con buena voluntad, una lección magistral en el Congreso. Las
mociones de censura se presentan cuando hay seguridad o altas posibilidades de
ganarlas. De lo contrario sale reforzado el censurado, y perdedor quien la llevó
a cabo. Sánchez no perderá, aunque salga retratado desfavorablemente, que ya lo
está sin la moción. Abascal meterá el dedo en la llaga del desgobierno y la
traición. Lo que exponga Tamames no será novedad, ya que se ha filtrado el
borrador de su discurso. En la militancia de VOX hay algunos silencios y
reticencias, por considerarse inoportuna la moción e inexplicable la designación
del candidato.
Terminarán las sesiones de la moción, se
volverá a la rutina-ruina, y hasta las elecciones de Mayo.
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