El “ sanchismo “, con su jefe al
frente,
va ocupando las Instituciones,
sean públicas o privadas,
y dinamitando la separación de
Poderes.
Ejemplos, algunos recientes, son
patentes.
Los modos chavistas se copian aquí.
Paso a paso, de momento, se ha llegado
a la autocracia “ sanchista “.
El nepotismo y la impunidad de parte
son moneda corriente.
Todo se quiere controlar, colocando afines
políticos y dóciles por doquier,
para que nada escape de sus afiladas
garras.
Malversa el dinero público, regándolo a
caudales,
para comprar en su favor múltiples
voluntades.
Hay que ser precavidos y no dejarse
engatusar
por la tropa de la mentira
compulsiva,
que hacen bandera de lo que no es
veraz.
Por ser ídolos de barro, llegará el
día
en que un vendaval los derrumbará.
Que soplen fuerte los vientos, para que ello
suceda.
Urge recuperar la democrática normalidad.
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