PODEMOS: CASTA Y CLAN.

 

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Cuando no se tienen las ideas claras y se ignoran las enseñanzas históricas, brota en muchos la predisposición a dejarse engatusar por vendedores de utopías fracasadas, generándose y propagándose una especie de histeria iconoclasta de lo conocido, sin reparar juiciosamente en lo que procede conservar, mejorar y erradicar.

Los lideres de PODEMOS, extremistas irredentos, han sabido explotar y manipular el desencanto por la crisis, los casos casos de corrupción y las deficiencias institucionales, captando un considerable numero de posibles votantes, seducidos por su verborrea demagógica y populista, al servicio de la destrucción del sistema democrático y su sustitución por uno totalitario de signo bolivariano y de extrema izquierda, estatista y liquidador de las libertades.

Contra el peligro real que representaría un PODEMOS gobernando- sea a nivel local, autonómico o nacional- deben conjurarse las formaciones de viejo cuño que posibilitaron la democracia, y las nuevas que son partidarias de ella y de su perfeccionamiento. A aquéllas corresponde hacer su autopurificación, y a éstas aportar lo mejor de sus propósitos.

PODEMOS, sin haber gobernado, ya tiene en algunos de sus lideres episodios oscuros del tipo que denuncia y, por minucias que parezcan, son indiciarios de cómo se comportarían si ejercieran el poder. Los dirigentes de dicho partido ya son casta y clan.

Al final, el pueblo español decidirá con su voto en los futuros comicios. Que prevalezca la razón; de no ser así, las lamentaciones tardías resultarán inútiles y el daño irreparable.