Acabaron las celebraciones navideñas en las que, desvirtuando su espíritu cristiano o mofándose del mismo, muchos las han convertido en unos días de fiesta más. Hasta ciertas felicitaciones y recordatorios, por su contenido, han servido de pretexto para hacer política de baja estofa, de propaganda comercial y como paradigma del obsceno mal gusto.
Tras el día de Reyes se retiraron los belenes y árboles en aquellas casas y lugares en los que por tradición se levantan. Empezó la campaña de las rebajas para que no se extinga la llama del consumismo, y se asiste nuevamente al desmadre nacional.
Los órdagos independentistas no cesarán, y las excarcelaciones de los etarras continuarán. En cuestión de pocos años, hasta los terroristas no afectados ni susceptibles de ser beneficiados por la doctrina “ Parot”, serán puestos en libertad aunque les quede, debido a sus crímenes, larga condena por cumplir.
Muchas cosas verán en el futuro los que no han llegado a la cincuentena. Bien sea por ignorancia histórica, porque no se les ha inculcado el amor a España, a sus símbolos y el sentimiento de unidad patrio o, aun en el caso contrario, por sentirse impotentes para impedir que se consume la traición, los ahora niños, jóvenes o maduritos, serán testigos de la culminación de la ignominia planificada.
Venimos asistiendo a sus repetidos síntomas y efectos. Todo es cuestión de tiempos y plazos. Discursos y palabras aparte, habrán contribuido a ello quienes, desde hace años y por motivos diferentes, sea por acción u omisión, han ido inoculando el virus “ españicida” o tolerando su expansión.
Ojalá fuera un pronóstico equivocado; mas es una sensación generalizada pese a lo que proclaman algunos augures optimistas. Éstos, si de verdad piensan y sienten lo que dicen, aún están a tiempo de evitar la desmembración de España y de taponar las heridas por las que sangra. La receta la saben. Se trata de prescribirla y aplicarla sin complejos. No es fácil neutralizar la prolongada toxicidad anti española, pero es factible si hay voluntad y se pone empeño en hacerlo.
POR DESGRACIA ES UN VATICINIO CERTERO......AUN ASÍ..FELIZ AÑO...SI NOS DEJAN...
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