LA SOCIEDAD ENFERMA

Aunque no puede ni debe generalizarse a toda una sociedad, sí que son preocupantes los casos que se van a exponer. Suceden a diario las agresiones de algunos hijos a sus padres, algunas con resultado de muerte; el abandono de bastantes ancianos por parte de los que están más obligados a prestarles o facilitarles la atención y los cuidados debidos; la violencia intramatrimonial o de pareja, que en demasiadas ocasiones acaba en homicidio; los abusos y agresiones sexuales; los suicidios y acosos juveniles; la utilización peligrosa e inconveniente de determinadas redes sociales, así como un sinfín de atrocidades similares que trascienden al conocimiento público. Todo ello sin contar con los casos que pasan desapercibidos al no ser denunciados, sea por miedo, por vergüenza o por otros motivos.

Cuando ello ocurre, con la insistencia que observamos, hay que reconocer que estamos ante una  sociedad enferma, siendo un mal larvado desde hace años y agravado con el tiempo. En la perversión de los valores y principios rectos tiene mucho que ver la temprana permisividad descontrolada, la dejación de la autoridad y de la educación integral en los ámbito familiar y docente, las familias desestructuradas, la relativización de lo que es trascendente y dignifica al ser humano, así como la irresponsabilidad en determinadas políticas que no fueron previsoras de lo que podría suceder, no tomando  las medidas correctoras a su debido tiempo. En suma: el mal ha surgido desde la propia sociedad y hay responsabilidades compartidas, sin que valga excusarse en las carencias económicas y en las dificultades laborales. En otros tiempos éstas fueron mayores, sin que se prodigaran, como actualmente, los hechos alarmantes relatados. En todo caso, aunque también rechazables, eran mera anécdota.

Ante este panorama sombrío, es obligado reconocer que existe una mayoría de gente buena y responsable, y que cada vez se nota un auge solidario, desprendido y humano en gran parte de la juventud, que es la garantía de un futuro mejor.

CURIOSA EXTREMA DERECHA

Curiosa “ extrema derecha ” la que se manifestó ayer en Madrid en un ambiente festivo y reivindicativo, sin provocar altercados, desmanes ni violencia, como tampoco sin causar ningún tipo de daños en el mobiliario urbano. ¡ Qué contraste con las manifestaciones que habitualmente hacen los radicales del independentismo y de las izquierdas extremistas y populistas, en las que lo habitual es el incivismo, la provocación y el desorden !

El “ pecado ” de aquélla es preferentemente defender y acatar la Constitución, enarbolar con orgullo la enseña nacional, oponerse a la desintegración de España, así como reclamar la libertad, la igualdad y la solidaridad entre las distintas regiones del país, y que se aplique la Ley a los que quieren subvertir el orden constitucional por medios ilegales e impedir el normal funcionamiento de las Instituciones. Otro de los motivos de los manifestantes fue exigir a Pedro Sánchez que convocara elecciones, ya que en la moción de censura, que presentó a Mariano Rajoy y la ganó con apoyos nada recomendables, dijo que, de alcanzar la Presidencia del Gobierno, las convocaría a la mayor brevedad, incumpliendo la palabra dada.

Con el estigma de “ extrema derecha “ y el del “retorno a la España en blanco y negro “ se pretende que tales mensajes calen en la población, fuera de nuestras fronteras y que, por ignorancia o por miedo, se acepte como verdad lo que es mentira. A las películas en blanco y negro de antaño siguieron, antes de la actual Democracia, las de color, que la progresía de la postverdad quiere desteñir.

JUEGO DE PALABRAS CON LO DE RELATOR

Pedro Sánchez tiene las tragaderas muy anchas. Con tal de aprobar los presupuestos y seguir presidiendo el Gobierno de la Nación se aviene a lo que no aceptaría ningún hombre de Estado. La última prueba de ello es haberse plegado a las exigencias del separatismo catalán, para que en la comisión bilateral entre su Ejecutivo y el secesionista comandado por Torra, para abordar una posible solución del llamado “ problema catalán “, haya un relator, mediador u observador- la denominación no importa, pues “ aunque la mona se vista de seda, mona se queda “-, que a juicio de la vicepresidenta Carmen Calvo tendría que ser “ un hombre o mujer de Cataluña, que entienda el pasado y ayude a que los partidos se puedan sentar a hablar “. ¡ Qué dislate ! Buscar un entendido cuando la inmensa mayoría de los españoles conocen las tropelías que se vienen consumando en Cataluña. Y por supuesto, el Gobierno también.

Este tipo de intermediarios está previsto para conflictos entre Estados. Solucionar las desavenencias internas en cualquier país democrático-en este caso y referido a España las pretensiones independentistas con medios contrarios a la Constitución- compete al respectivo Gobierno, bajo el prisma irrenunciable del imperio de la Ley y el sometimiento a la Justicia. Si no se dan estas premisas sobra cualquier diálogo.

Pedro Sánchez ha escrito- solo o ayudado – el libro “ Manual de resistencia “; pero ésta no la aplica frente a los desafíos secesionistas. Camilo José Cela acuñó lo de “ En España, quien resiste gana “. Si Sánchez sigue con su deriva, sin resistirse a los pulsos separatistas, nada ganará y perderá el poder y la dignidad.

MADURO : TIRANO Y PATRIOTERO PARANOIDE

Cuando se niega la mayor, qué se pueda esperar de quien así se pronuncia. Esto es lo que hizo Nicolás Maduro durante la entrevista que le hizo Jordi Évole, retrasmitida ayer en la cadena televisiva “ La Sexta “. No reconoció la crisis humanitaria que hay en Venezuela ni la falta de libertades, la persecución de la disidencia, ni otras calamidades que allí se sufren. Reiteró, una y otra vez, que las noticias y denuncias al respecto son una sarta de mentiras y falsedades promovidas por Ronald Trump, por los países que orbitan en torno a Norteamérica y por los medios de comunicación. O sea, la culpa es del exterior, que se inmiscuye con fines interesados y desestabilizadores con el régimen chavista que él preside. Se explayó con la lógica paranoide de los tiranos, arropándose con la bandera patriotera.

Dejando aparte su falaz verborrea, la crisis venezolana no se va a resolver de una día para otro, pese a que Juan Guaidó haya sido reconocido como Presidente interino por diversos países democráticos. Maduro y su corrupta cúpula militar no van reparar en medios para mantenerse en el poder, aunque sea a costa de una guerra civil. Sólo los más altos militares, con el impulso especialmente de Rusia y Cuba, podrían hacerle entrar en razón y ponerle una alfombra mullida de salida a un exilio dorado; pero diversas razones geoestratégicas mueven al escepticismo de que ello suceda. En todo caso, Diosdado y otros destacados mandamases del “ madurismo “ deberían acompañarle en el viaje.

La bienintencionada amnistía anunciada por Guaidó no debería alcanzar a los máximos responsables de la represión y penalidades del pueblo venezolano. Y la convocatoria de unas elecciones presidenciales con estos siniestros personajes en Venezuela no garantizaría la limpieza democrática de las mismas, por muchos observadores internacionales que hubiera. Conociendo los precedentes del chavismo, en este caso los del “ madurismo “, si éste las ganara continuaría la tiranía.

Suspiremos para que no haya una guerra civil y que Venezuela emprenda el camino de la libertad y de la recuperación. Y si los que la han esclavizado optan por abandonar el país, valdría la pena dejarles partir. Ya lo dice el refrán: “ A enemigo que huye, puente de plata “. Venezuela merece una nueva y mejor oportunidad.