POR LA " FELIZ NAVIDAD !

 La Comisión Europea distribuyó recientemente entre sus funcionarios una guía interna de lenguaje inclusivo, instada por la comisaria europea de Igualdad, que fue retirada horas después para un análisis posterior, en la que se recomendaba no usar el  “ Feliz Navidad “, ya que  “ no todo el mundo es cristiano “, proponiendo en su lugar la fórmula de “ Felices Fiestas “ y la expresión “ periodo de vacaciones ” en vez de “ periodo navideño”, justificándolo en que “ no todo el mundo lo celebra igual  “ y que hay que “ ser sensible al hecho de que las personas tienen tradiciones religiosas diferentes “. La suspensión de la citada guía obedeció a la polémica suscitada por las diversas opiniones en contra, tanto entre los parlamentarios de la “ derecha “ como la del Vaticano.

 

La iniciativa inicial, pospuesta de momento, no se corresponde con las raíces cristianas y culturales europeas, no sólo exclusivas de nuestro Continente. La Navidad, conmemoración del nacimiento de Jesús, y el espíritu navideño que la acompaña, se festeja en todo el orbe cristiano con distintas manifestaciones tradicionales, siendo el centro fundamental de todas ellas las celebraciones eucarísticas y religiosas, en recuerdo de tan magna y trascendental efemérides, con las peculiaridades propias de cada confesión cristiana. Jesús se encarnó en la Virgen María por la gracia del Dios Padre, vino al mundo y se hizo hombre para salvarnos, incluso a los que lo rechazan, ignoran o se oponen a su testimonio y al mensaje que nos dejó: “ Que os améis unos a otros como yo os he amado “. 

 

Ninguna ofensa ni discriminación respecto a otras religiones, creencias o descreencias es la celebración de la Navidad, y por supuesto el felicitarla. Del mismo modo que a un cristiano o no creyente no le molestan las celebraciones y prácticas propias de los musulmanes u otras confesiones, siempre que no sean contrarias a los Derechos del Hombre.

 

La directiva mentada al inicio se explica, aunque no se comparta, por la corriente de descristianización de Europa en las últimas décadas y los complejos de la “ corrección política “ imperante. Le hace falta una nueva evangelización y un rearme moral si quiere ser la que fue. España sigue la misma tónica y necesidad. Como pequeño, pero significativo gesto, decidámonos sin rubor por la tradicional “ Feliz Navidad “, que está ya en puertas. Reservemos las “ felices vacaciones “ para las anuales, y las “ felices fiestas “ para los lugareños donde se celebran las patronales.