“ Cuando el río suena, agua lleva “,
acuña el refrán.
Hace tiempo que vidas “ disipadas
“
y ávidas de dinero hacían
sospechar
por dónde iban los tiros.
Había que investigar.
Saltó la escandalera de las
mascarillas,
compradas para protegerse del
Covid,
con adjudicación gubernamental a
dedo
a una empresa sorpresa,
sin experiencia comercial
sanitaria.
Datos publicó un medio solvente,
insinuando supuestos cobros de
comisiones,
y quienes podrían estar metidos en el
ajo
de la trama urdida o sorprendidos en su buena
fe.
Con la detención reciente de presuntos
implicados,
puestos en libertad con medidas cautelares para
algunos,
salió a relucir un gañán socialista y machaca
de “ discoteca “,
que con el tiempo llegó a ser un “ chico para
todo “
( conductor, guardaespaldas, asesor, ...)
de un ex alto cargo y ex ministro
socialista,
sobre el que pesan lógicas
sospechas,
y sigue aforado como diputado.
Por si el río se desborda, hay flotadores y
salvavidas
a disposición de algunos prebostes, para que
lleguen
salvos a la segura y firme orilla.
Al que no se “ espabila “, lo pillan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario