domingo, 28 de abril de 2024

SÁNCHEZ EN SU CASTILLO

  

 
 
 
Las armas con las que Pedro Sánchez
 
se defiende, ataca, proscribe, y engaña,
 
son de “ difícil  tomar “.
 
Dejan rastro, aunque las pretenda borrar.
 
Sea en propia defensa, cercano círculo político,
 
en las de su amada esposa o del clan familiar.
 
Levanta murallas de protección, rodeadas
 
de fosos pestilentes, rastrillo y almenas.
 
La Moncloa es su castillo. Lo que allí se cuece,
 
no trasciende. ¡ Pobre del osado que olisquee
 
y meta las narices ! La venganza lo engullirá.
 
5 días lleva en su fortín encerrado,
 
reflexionando si vale la pena aguantar
 
en el cargo. ¡ Menudo calvario para un resistente !
 
La carta escrita a la ciudadanía, presentándose como víctima,
 
parece una argucia calculada, dada a diversas interpretaciones.
 
El sabrá por y para qué.
 
¿ Espera a que escampe algo ? ¿ Teme comprometedoras revelaciones ?
 
Que haga lo que quiera, pero que no maree más al personal.
 
Si se va, sólo le echarán de menos los que le deben prebendas o el sillón.
 
Los restantes no le añorarán, ni llorarán.
 
Como buen histrión se hará de rogar. Si opta por no dimitir,
 
que es lo más factible, esgrimirá que es por el bien de España,
 
por compromiso con ella y lealtad.
 
El lunes, salvo imponderables, lo anunciará.

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