Puedes “ matar al mensajero “,
hacer callar al que cuenta las verdades del 
barquero;
pero el eco de las trapicheos familiares, no los 
vas a silenciar.
Tu maestro y mentor Zapatero, lleve o no mandil, 
amotina airado a la gente, para que salga a la 
calle, 
y regenere la democracia, por ti 
totalizada.
Mas le valdría moderar sus obsesiones 
airadas,
y seguir mudo en sus refugios 
bananeros.
“ El infinito es infinito. El universo es 
infinito, muy probablemente.
No cabe en nuestra cabeza imaginarnos cómo es el 
infinito.
Pues bien, pertenecemos a un 
planeta...”
Soltó la anterior parrafada, sin saber el 
auditorio a santo de qué. 
Irresponsable y vil, alienta la confrontación 
civil.
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