viernes, 19 de agosto de 2016

SÁNCHEZ: CARGA Y OBSTÁCULO

A toda persona libre del odio contumaz e irracional al adversario, que no sea rencorosa sin fin y ponga freno a sus posibles pulsiones ególatras- es decir, que pueda englobarse en el amplio espectro de la normalidad-, le resulta incomprensible la cerrazón obtusa de Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, a permitir con su abstención que Mariano Rajoy pueda ser investido como Presidente del Gobierno.

Con su posicionamiento, compartido por su núcleo más próximo e intransigente y de boquilla por la ejecutiva socialista, pese a la opinión en contra de destacadas y respetadas figuras socialistas, al igual que de una gran parte de sus votantes, queda en evidencia que sobre los intereses nacionales y de los españoles priman los intereses personales y partidistas.

Para Sánchez lo primordial no es liderar la oposición e influir decisivamente en las decisiones de un posible gobierno de los populares, sino impedir a toda costa que éstos obtengan los votos necesarios para que Rajoy consiga la investidura.


Es un mal para España y para el PSOE que un hombre como Sánchez sea el jefe de los socialistas. De éstos, también por el bien de su partido, depende acabar con el bloqueo actual, y deshacerse de la nefasta e irresponsable carga que responde al nombre de Pedro Sánchez.   

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