El “ veganismo “ radical está lanzando unas pautas de alimentación peligrosas para la salud, conforme a su descabellada “ filosofía”, que se contradice con la dieta equilibrada y saludable recomendada por los médicos, nutricionistas y demás expertos en la materia. Lo peor no es lo que tales veganos consuman- ningún producto derivado del mundo animal, como carne, pescado, leche, huevos,etc.-, sino su activismo cuasi sectario para que sus mensajes penetren en la sociedad, y el daño que de seguirlos pueden causar a ésta, especialmente en los lactantes, en los infantes en el periodo de desarrollo y crecimiento, enfermos y desvalidos.
Ha llegado a tal extremo de fanatismo irracional de equiparar la pesca, la caza y el sacrificio de animales- todo ello destinado para el consumo humano- con el asesinato. En su obsesión irredenta desoyen cualquier argumento en contra de sus postulados, incluso que en el reino animal, por propia supervivencia, desde que el mundo es mundo, “ el pez grande se ha comido al chico “, y que el hombre primigenio ingenió la caza, pesca, pastoreo y labranza para alimentarse.
En fín, allá los “ veganos “- no confundir con vegetarianos- con sus gustos y preferencias, pero que no pierdan el tiempo intentando embaucarnos. Si quieren provocar hilaridad, que sigan con su ignorancia supina, como cuando afirman que el huevo es producto de la violación de una gallina por un gallo.
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