VERIFICADORES

 

 

Algo de sucio y obsceno

 

se trama entre oscuros bastidores,

 

ocultando a la opinión pública

 

quiénes son los internacionales verificadores.

 

Ninguna falta nos hacen esos vividores.

 

Que se busquen la mamandurria

 

en los asilvestrados e inhóspitos lares. 

 

Aquí nos bastamos y sobramos

 

para resolver desencuentros y entuertos.

 

Si a los empecinados en la amnistía,

 

en la falsa deuda histórica

 

y el irredento victimismo,

 

se les sacan sus vergüenzas,

 

lo “caraduras “ que son,

 

los privilegios obtenidos en su loca travesía,

 

y se les aplicase la Ley,

 

ejecutándose como es menester,

 

finalizaría el cuento de nunca acabar.

 

Si se empeñan en mantenerlo,

 

se les receta aceite de ricino,

 

para dar salida a la furia de sus intestinos.

 

Pero el “ boticario “ es indolente

 

e inepto en su oficio.

 

Sella vergonzantes acuerdos

 

y acepta los verificadores,

 

que buena factura al cobro pasarán.

 

Espera ser nominado y conseguir

 

el Premio Nobel de la Paz.