LA LAVANDERÍA.

 

Produce hartazgo la cantidad de despropósitos, por llamarlos de forma suave, cometidos por los partidos populistas de extrema izquierda en ayuntamientos y comunidades autónomas en donde gobiernan o comparten el mando con los socialistas, quienes en bastantes ocasiones los consienten o no los desautorizan claramente.

Así, entre otros desafueros, es notorio el empeño que ponen para desdeñar y arrinconar los símbolos propios de España, como ocurre, por ejemplo, con la bandera y el himno reconocidos constitucionalmente.

Respecto a la bandera cabe señalar lo siguiente: a raíz de la negativa de algunos consistorios de la Comunidad Valenciana a colocar la enseña nacional en la fachada de los mismos, como estipula la Ley, el Delegado del Gobierno  dictó una circular recordando tal obligación,y la respuesta de la portavoz del Consell y vicepresidenta del mismo, Mónica Oltra, líder de la formación Compromis, fue:" Señor Moragues, tranquilo, donde no ondean las banderas es porque se están lavando".

Algunos han opinado que lo dijo en plan de broma; y esta señora debe creerse graciosa y esperar que los demás le riamos sus ocurrencias. Pero no es humor ni ironía inocente lo que dijo, sino un desprecio absoluto y una ofensa gravísima. No se le puede exigir que ame lo que detesta, mas sí que respete y haga cumplir la Ley. La bandera- cosa insólita- debe de estar en la lavandería hace más de tres meses por lo visto. Lo menos que se puede pedir a la Sra. Oltra es que no ofenda los sentimientos patrios y se tome a chufla lo que representa nuestra bandera. Está bien claro que no representa a todos los valencianos. Y algunos alcaldes de su partido- Iniciativa del Poble Valencià- y de la formación Compromis  no han medido las consecuencias.

Esta señora y los de su ralea, en vez de gobernar rectamente y para todos, siguen  haciendo oposición antisistema. Sus fobias sectarias no han pasado por la lavandería de la democracia.