La periodista Marosa Montañés cerraba su artículo publicado hoy en el diario Levante con el título “ Majestad, ponga orden” con el siguiente párrafo:“ Por estas y muchas más evidencias ( se refería a la falta de diálogo y consenso de los partidos constitucionalistas que obstaculizan la investidura y un nuevo Gobierno, y a la probabilidad de acabar en unas terceras elecciones), Felipe VI, como rey de una monarquía parlamentaria, debe diseñar las estrategias y las fórmulas más creativas posibles, que impidan unas terceras elecciones. Y le sugiero algunas: si la investidura fracasa, los diputados deben devolver su sueldo o incluso no cobrarlo porque han perdido su puesto de trabajo y deben pasar al paro; que reúna a los tres líderes constitucionalistas y si no llegan a un consenso, en una jornada de trabajo o un fin de semana, enciérrelos con llave como en los cónclaves de le Edad Media sin alimento alguno, para que decidan lo mejor, en cuanto tengan hambre. Y si preside las conversaciones y dirige el turno de palabra, mucho mejor. Y con un menú sobrio que impida la siesta y facilite la concentración. Hágalo, por favor.”Bien debe saber la periodista los impedimentos y limitaciones constitucionales y de otro orden normativo que hacen inviable su propuesta. Por ello, creemos que recoge en su artículo el desiderátum imposible que muchas voces, justamente exasperadas y escandalizadas, expresan a nivel de calle para manifestar su descontento. Si se añadiese la retención o devolución de las partidas que corresponden a cada partido en función de los escaños obtenidos, hasta que cumplan el objetivo primordial de lograrse la investidura, sería la guinda del pastel virtual.Cabe imaginar la reacción familiar y de las respectivas parejas cuando los políticos concernidos tuvieran que explicar que, de momento, no entra un euro en su casa. Les correrían a gorrazos o peor. Como con las cosas del comer no se juega, pronto habría “ fumata blanca “.
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
viernes, 22 de julio de 2016
ALICIENTE PARA LA " FUMATA BLANCA " DE INVESTIDURA.
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