La corrupción implica engaño, falsedad y triquiñuelas mil con la intención de obtener beneficios económicos ilícitos. Generalmente va asociada a diversos tipos delictivos ( tráfico de influencias, cohecho, malversación,etc.). Es más escandalosa y noticiable cuando los que la protagonizan ocupan cargos de relevancia política y social, o son personas famosas por su notoriedad pública. Es censurable y condenable. Siempre implica un perjuicio para las arcas publicas y un descrédito, que normalmente se generaliza sin razón, para eso que los populistas llaman la casta y el poder. Bastantes de los que la critican y hacen aspavientos ante ella, no dudarían hacer lo propio si ocuparan una situación de privilegio o distinguida y se les presentara la ocasión.
Sucede que, con una frecuencia mayor de la que se supone, se dan corruptelas en el común. Éstas menguan también y en alto grado los ingresos y disponibilidades del erario público, a costa del exprimido, sufrido y cumplidor contribuyente. Pese a ser un secreto a voces, apenas trascienden en los medios, no apreciándose una especial diligencia para prevenir y combatir esta extendida lacra. Así, por ejemplo, ¿ quién no conoce a gente que cobra inmerecidamente diversos subsidios por desempleo o por no alcanzar unos ingresos mínimos, o percibe diversas ayudas sociales, bonificaciones o descuentos en consumos de luz y agua ?. Las razones que se alegan para ello son las necesidades perentorias bajo diversas formas, sin que las administraciones hagan las debidas comprobaciones. La picaresca favorece las corruptelas mencionadas, ya que abundan los que trabajan y cobran en “ negro”, obteniendo unos ingresos opacos que suman cantidades suficientemente dignas.
En fin, en esto de la corrupción y las corruptelas, ni son todos, ni están todos los que son. La condición humana es como es, aunque es más exigible la ejemplaridad a los que rigen los destinos políticos y económicos de la sociedad. Fue dicho: “ ganarás el pan con el sudor de la frente ”, pero hay diferencias evidentes de sudoración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario