El Jurado Popular no implica una mayor garantía para valorar las pruebas y los indicios incriminatorios o exculpatorios contra los justiciables. Su veredicto puede verse influido por emociones personales, falsas percepciones, prejuicios, distorsiones de la realidad e influencias externas que vicien y orienten el sentido del voto.
La función difícil de juzgar debería quedar reservada en todos los casos a los jueces y tribunales competentes, que gozan de acreditada experiencia, formación jurídica y capacidad de discernimiento, requisitos éstos que no concurren ni son exigibles a los componentes del Jurado Popular.
En orden a lo anterior tenemos el reciente veredicto de un Jurado Popular declarándolos inocentes, por la diferencia de 1 voto, a los juzgados por estar supuestamente implicados en el homicidio del alcalde de Polop( Alicante) cometido hace unos años. Dicho veredicto absolutorio está siendo ampliamente cuestionado a nivel de a pie y jurídico, abundando la indignación. Fue un suceso que conmocionó a la comarca. Las investigaciones apuntaban a un crimen por encargo, barajándose que el posible móvil obedeció a que el alcalde se oponía a una recalificación urbanística y a otras irregularidades sobre la concesión o agilización de determinadas licencias. El caso es que, de momento y de no prosperar posibles recursos, los supuestos implicados han salido bien parados. También en los bajos fondos de aquella zona, sabedores de los entresijos, saben la culpabilidad de los absueltos. Pero impera la” ley del silencio “ por la cuenta y el riesgo que se corre si se habla.
Queda la duda de si hubo presuntas remuneraciones o amenazas graves para que fueran mayoritarios los votos a favor de la inocencia. En cualquier caso, todo apunta a que estamos ante un crimen sin castigo. Habrá que esperar a que se publique la sentencia, a fin de conocer los argumentos para la absolución.
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