Es de actualidad el berenjenal extremeño. Unos
por otros - PP y VOX - “ la casa sin barrer “. Se culpan recíprocamente de la
falta de voluntad para entenderse, por exigencias desmesuradas de VOX y la
negativa del PP a acceder a ellas, por intromisiones o inhibiciones de los
respectivos líderes máximos de ambos partidos y otros pretextos más. Cuando “ no
es por un pito, es por una flauta “. Si no rectifican sus posturas,
produciéndose un acercamiento posible y razonable por ambas partes, que es lo
que desean la mayoría de sus respectivos votantes, habrá repetición de
elecciones con la zozobra e incógnitas que ellas conllevarían.
En asuntos de tanta trascendencia, como el caso
que nos ocupa, hay que escuchar a los responsables regionales, pero no darles
“carta blanca
“ para hacer lo que les viene en gana. En España hay tendencia a los “
caudillitos “ y “ caudillistas “, y hay quienes “ les gusta ir por libre “. El
todo importa más que la parte. Para intentar lograr el bien común y que reine la
sensatez, sin merma de la libertad y la seguridad jurídica, deberían Feijoo y
Abascal trazar la vía del entendimiento, en un gesto público de autoridad, y
acallar a los enredadores. Urge solucionar este embrollo, y que no vaya a peor
con el paso de los días.
Respecto al “
otro “, que siga como entrevistador de sus notables, en previsión de un nuevo
oficio.
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