Aproximaciones y pactos - pre y post electorales
–
tratan de conseguir “ quién se lleva el gato al
agua “
y cuál de los partidos en liza obtiene mejor “
tajada “.
Eso es lo que gran parte del común
piensa,
harto de noticias, declaraciones y rumores
contradictorios,
sospechando que, tal vez, de lo dicho,
nada.
La política, definida “ como arte de lo posible
“,
cuando se ejerce sin ética y sin procurar el bien
común,
se vilipendia a sí misma, causa víctimas por
doquier,
incluso entre los desinteresados idealistas de
una opción concreta.
Es tanto el mal hecho por el “ sanchismo “, con
su capitán al frente,
que hasta las viejas glorias socialistas se le
rebelan.
El 23 Jl. votará la gente. Ojalá se desaloje del
poder a Sánchez.
Puede ser, si las derechas se conciertan para
ello,
se dejan de “
dimes y diretes “,
y no entran en suspicacias por “ un quítame allá
esas pajas”.
Sería el inicio esperanzador para cerrar la
crónica fratricida
y los discursos guerra-civilistas, iniciados por
Zapatero
y culminados por Sánchez y sus aliados de la
ultra-izquierda.
Si Pedro Sánchez es derrotado en las elecciones
generales
y se va: “ A enemigo que huye, puente de plata
“.
Ha sido el peor Presidente desde la restauración
de la Democracia,
y en esas anda: “ A lo suyo “. Él solito “ canta,
toca la guitarra, se dice olé
y se aplaude “. Posiblemente actuará 6 meses en
la OTAN,
como “ Secretario General “, con el permiso de
los Estados Unidos.
Sea cual sea su destino, ¡ Que se vaya ! ¡ Buen
viaje !
España merece el reposo que él la ha
negado.
Hasta las vacaciones estivales las ha partido por
la mitad.
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