Hay comparaciones odiosas.
No se mantienen en pie,
por mucho que se repitan
y propaguen a los cuatro vientos.
La izquierda y los separatistas
arremeten contra los pactos PP-VOX.
“Ven la paja en el ojo ajeno,
y no ven la viga en el propio “.
Difunden, cínicamente y sin rubor,
que el PP coquetea y se aviene con
VOX.
Sobra decir que ambas formaciones son
constitucionalistas,
y respetan las reglas democráticas, aunque entre
ellas
tenga lugar algún que otro
rifirrafe.
Pese a sus diferencias, coinciden en la unidad de
la Nación
y en otros valores esenciales, de los que no se
debe renegar.
¿ Qué decir de los que, aun en funciones, nos
gobiernan ?
Llegaron al poder en 2018 con los peores socios y
apoyos,
sin hacer ascos a la podredumbre que los
aupó.
Ahora rebuscan en el vertedero los mismos
o peores desperdicios malolientes,
para renovar el mandato que en las urnas no
cosecharon.
El peligro, entre otros, de todos los de esta
mezcolanza
es que quieren socavar las
Instituciones,
conformar un nuevo modelo
territorial,
bajo la fórmula de República Federal o similar.
Visto en su conjunto el porvenir que amenaza a
España,
hay que posicionarse con los que defienden su
unidad,
y rechazar a los que la quieren
trocear.
Si entre éstos hay comunistas y
secesionistas,
como los hay, no hay autoridad moral ni
política
para denigrar a VOX y al PP, a lo que son
dados,
para vergüenza de la gente de bien, esta
morralla
y los mandamases “ sanchistas “.
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