El yihadismo han perpetrado hoy una carnicería en París, en las oficinas de la revista satírica Charlie Hedbo, como represalia por haber publicado unas viñetas alusivas a Mahoma, con el resultado de 12 asesinados- 10 periodistas entre ellos- y 11 heridos, mientras invocaban a Alá y decían vengar a su Profeta.
A estas alturas de la vida, invocar el nombre de Dios para la barbarie es una ofensa para Él y un intolerable desafío a la Humanidad. Pudiendo convivir en paz, sin imposiciones ni exterminios por supuestos motivos religiosos, hay desalmadas alimañas empeñadas en hacer la Yihad, y a ella se entregan para implantar el cruel califato del denominado Estado islámico en todo el orbe. El Ándalus, la Península Ibérica, es su prioritaria obsesión en Occidente, presto a hacer concesiones al Islam sin exigir la debida reciprocidad en donde éste impera.
Contra tales fanáticas pretensiones no caben medias tintas. O se está con la civilización o nos cruzamos de brazos en un exceso de ingenuo buenismo a la espera de sufrir su tiranía. Lo que está ocurriendo en Oriente Medio y determinados enclaves africanos es la muestra inequívoca de lo que nos sucederá. En Occidente ya han dado sobradas muestras de su ferocidad. Hoy fue en París, mañana ¿ dónde ?. Muchos de esos locos asesinos están entre nosotros, y les hemos dado el pan y la sal que se les hubiera negado en la tierra de sus padres. Cría cuervos...
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