Parece mentira, pero aun hay muchos que piensan que PODEMOS es la solución, sin reparar en que si tal partido llegara a gobernar traería la ruina económica a España y la supresión de las libertades, afectando negativamente a todos, incluso a los encandilados por la verborrea demagógica-populista de los lideres de esa formación política. Los únicos beneficiados- ya lo son- serian éstos y los otros mandamases de ese clan comunista-bolivariano de extrema izquierda.
El neonato PODEMOS se limita a denunciar los fallos, corruptelas y demás imperfecciones que se dan en nuestro sistema democrático( voces distintas lo vienen advirtiendo desde hace años y proponiendo medidas correctoras- algunas de las cuales ya están en marcha o en camino de ser aprobadas-), pero no ofrece, de cosecha propia, soluciones justas ni factibles; las que propugna o insinúa son propias de regímenes totalitarios, inaceptables en el actual mundo occidental democrático.
Pablo Iglesias, Monedero, Errejón y comparsa son consecuentes con la ideología perversa que anida en ellos. No la ocultan, como tampoco sus intenciones. El " Dime con quién andas y te diré quién eres" les viene como anillo al dedo, y ya se sabe sobradamente con los que van de la mano( Cuba, Venezuela,...). La última prueba, para quien todavía albergue dudas sobre tales afinidades y compañías, es que los eurodiputados de PODEMOS no hayan apoyado la resolución de la Eurocámara, que exigía al régimen venezolano la liberación de los presos políticos y condenaba la represión-muchas veces mortal- contra estudiantes y manifestantes. Pablo Iglesias, mintiendo, ha manifestado posteriormente en una entrevista, que no habían apoyado la citada resolución porque en ella se decía que Venezuela es Arabia Saudí, cuando tal equiparación no figuraba en la misma.
Los que no quieran verlo que sigan con su ceguera; sólo verán la luz si PODEMOS llegase a gobernar, cuando sufran en sus carnes y espíritus la losa de la miseria y la opresión. En tal caso, los lamentos posteriores serán baldíos; que no digan que no fueron advertidos a tiempo. Las alertas no dejan de sonar.
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