Esta noche celebramos el nacimiento del Niño-Dios,
Jesús. Belén fue el lugar en el que vino al mundo. No nació en ningún palacio ni
en alguna casa de alcurnia, sino en un pesebre. El designio del Dios-Padre quiso
que el por Él enviado, para redimir a la Humanidad,
fuera un ejemplo a seguir por la misma y que sus palabras y obras testimoniasen
para siempre el AMOR y la PAZ.
En muchas zonas desgarradas por conflictos no habrá
treguas ni concesiones a la concordia, incluso en esta noche sagrada; pero el
legado que nos dejó Jesús se mantiene y es de actualidad permanente para los
hombres de buena voluntad.
Celebremos la Noche-Buena, pese a las dificultades
diarias, con el corazón abierto a la Fe, Esperanza y la Caridad. Alegrémonos con
el recordatorio del nacimiento del Salvador. ¡ FELIZ NAVIDAD !
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