Las incertidumbres actuales han llevado a reflexionar
a muchos españoles y a sentir lo que dijo alguien: me duele España. Asimismo viene a la memoria lo que repetía
Ortega: no sabemos lo que nos pasa y eso es lo que nos pasa; a lo que cabría
añadir que no sabemos lo que somos y que olvidamos nuestra tendencia autodestructiva. La cosa es
que de un tiempo a esta parte volvemos a lo de las dos Españas y a los intentos
de trocearla." Una de las dos ha de helarte el corazón", reza el
poema machadiano; pero a la que se intenta meter en el congelador es a la
España de la concordia y la unidad.
Otto von Bismarck- estadista, político y militar
alemán del siglo XIX- dijo: Estoy
firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva
siglos queriendo destruirse a sí mismo y todavía no lo ha conseguido. El día
que deje de intentarlo, volverá a ser la vanguardia del mundo.
No
aspiramos a tanto- ser la vanguardia del mundo-, pero sí a ocupar un lugar
digno y respetado en el mismo. Empecemos por nosotros mismos, contribuyendo al
" sugestivo proyecto de vida en común" , citado como una necesidad
por Ortega, y espantando el fantasma de las dos Españas. Tarea ilusionante y
pendiente. Es cuestión de corazón, voluntad e inteligencia, así como de
determinación y fortaleza para vencer obstáculos y resistencias, que haberlas
las hay y habrá.
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