Paralelamente 
a la corrupción y despilfarros escandalosos- de pasado y de presente- que son 
noticia a diario, hay una sangría por “ goteo”, que se sabe y no trasciende; que 
causa igual o mayor perjuicio en la caja común, habida cuenta el grandísimo 
número de “ chupópteros”, nacionales y extranjeros, cuya máxima preocupación y 
ocupación es mamar de las ubres del Estado, recurriendo a mil ardides. Se las 
saben todas, son insaciables y crean escuela. 
Actúan con 
impunidad por la falta de fiscalización y seguimiento. No hay voluntad política 
o decisión suficiente para cerrarles el grifo. ¿ Será por demagogia solidaria?, 
¿ por clientelismo político ? También tiene que ver con ello el trabajo 
remunerado en “negro”- ofertado por el empleador o exigido por el trabajador- 
que, al no declararse, facilita ir de ventanilla en ventanilla solicitando 
ayudas y subvenciones.
El caso es que 
la atención se fija en los de “ arriba”, cuando muchos de esa legión de " 
pícaros de los de  abajo” ingresan mensualmente, entre “pitos y flautas”, igual 
o más que un funcionario de medio-elevado nivel. Mientras tanto, los 
necesitados, que por honradez no recurren a tales mangancias, lo pasan 
amargamente; y los que por deber cívico cumplen sus obligaciones fiscales, pagan 
los “platos rotos” por otros. Apenas queda vajilla por 
romper.
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