lunes, 13 de noviembre de 2017

LA POLÍTICA Y EL COMÚN: VÍAS DIVERGENTES

El común de la gente- salvo los separatistas irredentos y las formaciones políticas comprensivas, complacientes o equidistantes a conveniencias coyunturales con el proceso secesionista catalán- está harta de este tinglado y de la hiperinflación mediática que se le presta. Al propio tiempo, gran parte de ese pueblo llano se hace preguntas acerca de las acciones o decisiones gubernamentales, judiciales y de otro tipo que no siempre alcanza a comprender.

A día de hoy valga el siguiente ejemplo relacionado con el poder Ejecutivo:

¿ Por qué si se activó el artº 155, que sobre todo fue para restablecer la legalidad y la libertad conculcadas en Cataluña, no se adoptaron las medidas adecuadas para impedir que unos cuantos piquetes dejaran bloqueados durante largas horas en carreteras y vías de tren a 150.OOO ciudadanos, impidiéndoles su derecho a la libre circulación en la reciente huelga “ laboral “? La razón esgrimida por el Sr. Ministro del Interior de que “ no hay que entrar en la provocación no es de recibo, puede crear un precedente y dar pie a que se sigan sucediendo actos ilegales con total impunidad.

Tal vez motivaron dichas palabras el temor a la repercusión internacional de unas imágenes de las fuerzas policiales impidiendo tal ataque coactivo a las libertades ajenas, con una respuesta legítima y proporcionada, como ocurre en otros países de nuestro entorno democrático. Pero aquí algunos siguen con una serie de complejos que sólo se despejan con decisión y didáctica, neutralizando mediante una comunicación pronta y eficaz las campañas falaces, victimistas y difamatorias. Los que se dicen “entendidos” opinan, con poco fundamento, que los perjuicios- directos e indirectos- causados a los viajeros pueden mermar las adhesiones al nacionalismo.

El resultado de las elecciones del 21-D lo aclarará. Lo que parece evidente es que la política y el llamado pueblo discurren por vías divergentes. La primera, cualquiera que sea su signo, se guía por designios insondables, mientras que la segunda lo hace siguiendo el sentido común. Y como dice el refrán “ nunca llueve a gusto de todos “, aunque debido a la “ pertinaz sequía “ la tierra está seca e improductiva.

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