SERVICIOS DE INTELIGENCIA

Algunos medios de comunicación, con recreación especial por parte de la cadena televisiva “ La 6ª “, dedican espacios para especular sobre los medios técnicos y personales de los servicios de inteligencia e información españoles, que han contribuido a la detención de Puigdemont en Alemania. Lo menos importante en este caso, a la vez que imprudente y un tanto irresponsable, no es el cómo y demás circunstancias del seguimiento del fugitivo, sino el hecho del arresto.

Es propio de todos los servicios de inteligencia o espionaje hacer uso de procedimientos y avances tecnológicos para defender los intereses de sus respectivos Estados, existiendo regulaciones de confidencialidad y de secreto con el fin de preservar su eficacia en las misiones que se les encomiendan. En los países democráticos, como ocurre en España, suelen reglarse los controles judiciales y parlamentarios correspondientes.

Tales servicios tienen también sus fuentes de información humanas, constituidas por una amplio abanico para obtener informaciones útiles. Son un clásico las llamadas “ fuentes de información abiertas y cerradas”. Si se diera a conocer la identidad de los colaboradores- remunerados, por conveniencia o por patriotismo desinteresado- nos llevaríamos muchos chascos y sorpresas inimaginables. Eso sin contar los que practican el “ juego doble “.

En fin, dejemos actuar a los que velan por los intereses nacionales; que acierten, lo que no siempre ocurre, y respetemos su difícil y discreta labor. Para entretenimiento y fantasías están las películas de James Bond, al menos en nuestro país; sin dejar de reconocer que en algunos otros lares la realidad supera la ficción. Pero ese es otro cantar.