Predican una cosa, pero practican la contraria. Suele suceder en el campo de la política, en el que, además, se cambia de criterio según se esté en la oposición, gobernando o por circunstancias sobrevenidas. Pero también es moneda corriente que en los medios que influyen en la opinión pública ocurra lo propio, dejándose llevar por la voz de sus amos y lanzando anatemas y dardos a conveniencia política y por intereses oscuros. La ejemplaridad y trasparencia que exigen a los demás brillan por su ausencia en sus respectivas casas. Como en todo hay excepciones, pero el desprecio a la verdad, al igual que la falta de rigor y la neutralidad en los diferentes medios informativos es la tónica dominante.
Por ello, cuando el común, ávido de contrastar opiniones para conformar la suya propia, lee diarios distintos, escucha diversas emisoras o frecuenta varios canales televisivos, acaba en un mar de perplejidades contradictorias, optando preferentemente por aquella opción con la que más se identifica ideológicamente, por el relato querido que asume, aunque sea por “ se non è vero, è ben trovato “.
En fin, esto es lo que hay. Aprovechemos los mundiales del fútbol para desconectar. Que el juego deportivo sea limpio y que la disputada victoria final sea para la selección española. ¡ Ánimo, dominio de la pelota y suerte !
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