En la revanchista y unilateral “ Memoria histórica “ y su justificación de reparar y hacer justicia a los represaliados por el franquismo, subyace la falacia que los del Frente Popular de la guerra civil combatieron por la democracia y en defensa de la segunda República. Durante ésta se quebró la legalidad, reinó la anarquía, se prodigaron los asesinatos y se produjeron auténticos desmanes, como la sublevación de Asturias y la secesión de Cataluña en 1934. O sea: se sembró el caldo de cultivo para la sublevación militar, pensando el Gobierno, conocedor de la conspiración, que de producirse aquélla la derrotaría de inmediato.
Hasta el propio Franco avisó al Ejecutivo del malestar militar por la situación de ingobernabilidad del país y la tolerancia o pasividad para acabar con el caos. Incluso el citado general no decidió sumarse al alzamiento del 18 de Julio hasta pocos días antes del mismo, a raíz del asesinato del diputado monárquico y de derechas Calvo Sotelo, perpetrado en la madrugada del 13 del mismo mes, después de haber sido sacado de su domicilio con el falso pretexto de conducirle a la Dirección General de Seguridad, disparándole un tiro en la nuca al poco de arrancar la furgoneta oficial, dejando su cadáver a las puertas del cementerio de la Almudena.
Los que lucharon y sufrieron durante la guerra civil, en cualquiera de los dos bandos enfrentados, no solían contar a sus hijos las peripecias y penalidades fratricidas; deseaban olvidar y que aquello no se repitiera jamás. Ahora, muchos de sus hijos y nietos- que no conocieron la República y sólo han bebido doctrinas marxistas en muchos casos- quieren avivar los viejos fantasmas movidos por políticos sin escrúpulos ni conocimientos. Lo que no significa que los familiares de los enterrados en fosas comunes tengan todo el derecho a que se les identifique y reposen en una sepultura digna.
El Valle de los Caídos se construyó como símbolo para el abrazo de las dos Españas. Franco nunca dispuso ser enterrado en él. Fue una decisión del Rey D. Juan Carlos y del Sr. Arias Navarro, presidente del Gobierno. El actual presidente del Ejecutivo, Sr. Sánchez Pérez-Castejón, ha decidido exhumar y trasladar los restos de Franco fuera del Valle de los Caídos en fechas próximas, como señal de reconciliación de todos los españoles. Posiblemente puede hacerlo legalmente, pero siempre se ha mantenido que la reconciliación ya se produjo, por impulso real, durante la Transición, con el retorno de los exiliados, la legalización de los partidos, el establecimiento de las primeras Cortes democráticas, las amnistías y el consenso constitucional. Pero parece que muchos de los nuevos políticos no lo estiman así y el Sr. Sánchez quiere volver a tensar el país, creando una historia artificial para sus propósitos de revancha.
Los verdaderos demócratas acatan las leyes y las decisiones gubernamentales legítimas, aunque no les gusten. Como suele decirse: “ es lo que marca la diferencia “. Que cada cual entienda lo que le conviene.
Más les valdría preocuparse por problemas más urgentes e importantes que tiene España. Ya está bien de acciones de marketing.
ResponderEliminarTengo esta acción como acoger los barcos con inmigrantes y otras tantas no son más que acciones populistas para lograr el voto fácil y mononeuronal.
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