BOZAL Y CORREA

Es juicioso el dicho “ No le des la mano a quien te la va a morder”. Se basa en la alta probabilidad  de que ello suceda, asociándose mentalmente al can que responde con un mordisco cuando se pretende acariciarle o pasarle la mano por el lomo. Se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, abundando los ejemplos que lo confirman. Pero hay otros, catalogados como peligrosos, a los que hay que ponerles bozal y atarles en corto para evitar posibles riesgos dañinos. Incluso, en muchas ocasiones, son sacrificados cuando su agresividad, aunque aparenten ser inofensivos, se despliega con furiosas dentelladas inesperadas. El resultado de éstas puede llegar a ser mortal o grave para quien las sufre.

El dicho y la asociación citada se puede transpolar también a la especie humana ( “ el hombre es un lobo para el hombre “), agrupada en sociedades- Estados, alianzas, organismos internacionales,etc. - que les proporcionen seguridad, progreso y estabilidad, conforme a diferentes normas establecidas que hay que respetar.

Centrándonos en nuestro país, el problema mayor son los nacionalismos periféricos excluyentes y, más concretamente, el desafío al Estado de los secesionistas catalanes, que pretenden la instauración de la República Independiente de Cataluña. Ahora, sin escarmentar ni rectificar por lo que hicieron, se han crecido y persisten en sus exigencias y propósitos descabellados, lanzando de continuo sus dentelladas contra España, su unidad, el orden constitucional y la Monarquía parlamentaria.

El próximo lunes, Torra, Presidente de la Generalidad, será recibido por el Presidente del Gobierno. Que éste no olvide el golpe de Estado que fraguaron, así como tampoco el boicot, el agravio y el ninguneo que los independentistas hicieron al Rey y Jefe del Estado. Que no le estreche efusivamente la mano ni ande con ambigüedades; que no tolere más mordiscos. Que se limite a escucharle, a decirle ¡ adiós ! y le enseñe el bozal y la correa. En esa entrevista es cuando procede espetarle a Torra: “ El No es no “, y que este regrese al “ Palau”  con el rabo entre piernas. Si el Sr. Sánchez no lo hace así, no estará defendiendo como prometió los supremos intereses de nuestra Nación.