LA INMIGRACIÓN ILEGAL COMO PROBLEMA

España destaca por su labor de socorro,rescate y auxilio humanitario de los inmigrantes abandonados a su suerte en el Mediterráneo, pese a que éstos son conscientes, antes de embarcar, de los riesgos graves a los que se exponen. Aunque es una potencia de tipo medio, intenta cumplir sus compromisos como frontera sur europea, con denodados esfuerzos, sin que la UE adopte medidas eficaces en los países de origen y tránsito para paliar, resolver o coadyuvar a solucionar tal problema.  Palabras y reuniones temáticas al respecto, sí; pero las soluciones verdaderamente eficaces no se notan. Ceuta y Melilla están sobresaturadas de ilegales, ocurriendo lo propio con los diversos centros de acogida, atención y clasificación de muchas ciudades andaluzas costeras o próximas al Mediterráneo.

Hoy mismo se ha producido un asalto masivo sobre la valla de Ceuta, consiguiendo entrar en dicha Ciudad unos 600 ilegales subsaharianos e hiriendo a diversos guardias civiles, a los que lanzaron excrementos con cal viva y el fuego de lanzallamas rústicos. Paralelamente, como viene siendo habitual, varias barcas hinchables, repletas de inmigrantes flotaban sobre el mar a la espera de rescate. Se calcula que dentro de Marruecos hay unos 40.000 subsaharianos que intentarán saltar la valla.

En fin: estamos ante una auténtica invasión, en la que “ hay de todo como en botica ”, a la que seguirá la ocupación y el dominio si Europa, unida, no da la debida respuesta. En el siglo pasado fueron los criticados “ yankis ” los que le sacaron las castañas del fuego. De momento, aquí y entre nosotros, ya se oyen voces cuestionando si, tal como van las cosas y el trato que se nos dispensa por Bruselas, vale la pena seguir siendo el primo pobre o damos el portazo. Mejor dentro. Pero con estadistas y sin políticos de medio pelo.