¡ De pena ! Las izquierdas no tienen un bien perder. Se ha visto tras el fiasco electoral que han sufrido en los comicios autonómicos en Andalucía, ya que la suma de escaños de los partidos PP, C’s y VOX, superior a los de aquéllas, les permitiría gobernar en la citada región si llegasen a un acuerdo, acabando con el régimen y tinglado socialista- nepotismo , corrupciones, además del voto cautivo y “ cultivado “ a base de prebendas- que viene perdurando ininterrumpidamente durante casi cuarenta años.
Es comprensible el rostro desolado de la actual Presidenta de la Junta, Susana Díaz, cuando compareció ante los medios después de conocerse los resultados, y el abatimiento de los militantes socialistas que la acompañaban. No era para menos, viendo lo que se podía avecinar. Pero ello no le daba derecho a prevenir y alarmar a los andaluces sobre el éxito de VOX, al que señaló como una formación antidemocrática de extrema derecha y peligrosa; partido que, partiendo de cero escaños, alcanzó doce.
Idéntico disgusto y palabras apocalípticas tuvieron las otras formaciones izquierdistas,especialmente PODEMOS, que se apresuró a llamar a la movilización callejera contra VOX. En Sevilla y otras ciudades se manifestó la turba, demostrado su “ civismo” y talante “ democrático “ con gritos de “ Sin piernas, sin brazos, los fachas a pedazos”, además de otros berridos y pancartas contra la “ extrema derecha y el fascismo”.
Algunos planteamientos de VOX pueden compartirse o no, y algunos requerirían reformas constitucionales; pero la defensa de España y de su unidad la ejerce con bizarría, sin complejos ni violencia. Obtuvo casi 400.000 votos, tanto del PP, C’s y socialistas, desencantados principalmente de las políticas clásicas y por los desmanes autonómicos. No es de recibo que se insulte y descalifique a tales votantes. ¿ Cree alguien que en Andalucía hay tantos fascistas y de extrema derecha ? Ni, por asomo, en toda España. En todo caso puede haber grupúsculos residuales sin ninguna relevancia.
Que los exaltados de PODEMOS y su líder máximo Pablo Iglesias, que apoya al desnortado Pedro Sánchez, y que siendo de la extrema izquierda, comunista y bolivariana, se rasgue las vestiduras clamando contra VOX y las derechas, es una muestra más de su hipocresía y maldad ideológica. “ Ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio “. Pero a estas alturas no hay que extrañarse por lo que dice y hace. Se conoce bien cómo piensa y actúa. Hace tiempo que viene jugando con fuego; parece que va buscando el incendio, creyendo que de producirse no saldría chamuscado.
En cualquier caso, las posibles alianzas postelectorales están aún en el aire. Malo sería que no se produjera el cambio ansiado. Al PSOE andaluz hay que facilitarle una retirada digna, y que su deseado relevo se produzca con altas miras y sentido común.
No hay comentarios:
Publicar un comentario