Una festividad religiosa, que por desgracia suele pasar desapercibida en el periodo navideño, pese al espíritu que la preside, es la de la Sagrada Familia que se celebra hoy. La familia es el núcleo de la sociedad, en cuyo seno brotan, se desarrollan y fortalecen los rectos principios y valores del presente y del porvenir. Atacar la esencia de la misma o minusvalorar su trascendencia causa un enorme daño al colectivo humano, poniéndole en riesgo de autodestruirse moralmente, al desvirtuar el concepto y las finalidades de la institución familiar.
La convivencia en familia implica desprenderse de egoísmos, saber perdonar y respetar, comprender y ser comprendido, escuchar y hablar, apoyarse recíprocamente, atención cuidadosa y protectora tanto a los pequeños como a los mayores necesitados de ella. En suma: desprendimiento amoroso en todas sus facetas.
La Iglesia ha reconocido y valorado siempre la vida en familia, estimulando a seguir el ejemplo de José, María y Jesús. Que la celebración de este día sirva para fomentar la armonía en una célula de la sociedad tan fundamental.
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
domingo, 30 de diciembre de 2018
FESTIVIDAD DE LA SAGRADA FAMILIA
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