El seísmo político andaluz se irá desplazando hacia otras Comunidades españolas. Para evitar un revés similar en éstas, los partidos de izquierda andan cavilando sobre cómo contenerlo y alejarlo. VOX fue el epicentro del movimiento telúrico, sin que se sepa por ahora cuál será su intensidad y alcance.
Tampoco se puede pronosticar la duración del cambio político en la Junta de Andalucía, dada la indefinición y ambigüedad de CIUDADANOS, uno de sus tres artífices, aunque cabe presumir que al haber conseguido importantes parcelas de poder deje de hacer el “veleta”. En cualquier caso hay que dar un margen de confianza para que el nuevo Gobierno andaluz, encabezado por el PARTIDO POPULAR , inicie y desarrolle sus propuestas programáticas de contenido ambicioso. Las dificultades insalvables no le vendrán por parte de VOX.
Las disensiones en las izquierdas, con las vistas puestas en los próximos comicios, han salido a relucir. Para el PSOE de Sánchez, Susana Díaz es un estorbo; y en PODEMOS se ha producido desamor entre Iglesias y Errejón, ya que éste ha preferido integrarse en la plataforma electoral de Manuela Carmena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario