miércoles, 30 de enero de 2019

GASTRONOMÍA

Conviene relajarse y mantener la cautela ante los futuros procesos electorales de los distintos partidos. El pescado no está servido y, por tanto, puede resultar una fritura que no responda a las expectativas puestas por el consumidor y que se trate de un refrito. El paso a la cocina está vetada a los comensales, y sólo los cocineros saben cuál es la calidad del producto y los ingredientes con los que lo sazonan. Ahora bien, si les preguntas a ellos o a los responsables del restaurante, responderán que el menú es excelente - sea pescado, carne, arroces, etc.-, pero mientras no lo pruebes no lo sabrás. En principio cada cual opta por sus preferencias culinarias, pues hay gustos para todo. No obstante, ciertos platos y la mugre de algunos locales determinan comer con repugnancia, o no probar bocado e irte en busca de otro que ofrezca garantía para el buen yantar. Un previo vistazo al interior sirve como orientación, y si se observa mugre es preferible no arriesgarse.

Lo juicioso, para no llevarte sorpresas desagradables, es decantarse por lo conocido y experimentado con satisfacción, sin descartar ocasionalmente, aunque sea para que no te lo cuenten, la llamada “ nouvelle cuisin”. En cualquier caso, aun admitiendo que en la viña del Señor hay de todo, es buena señal cuando te ofrecen la mano abierta para el saludo y en la mesa están correctamente colocados los cubiertos. Por el contrario, es prudente darte la vuelta si te saludan con el puño cerrado, han sustituido los cubiertos de siempre por la hoz y el martillo o han decorado el centro de la mesa con la “estelada “.

Que cada uno coma a su gusto y ¡ buen provecho !. En la Venezuela actual y en bastantes países paupérrimos, el común no sufre de indigestión. No tienen ni para atender las necesidades más básicas. La opulencia es exclusiva de sus respectivos mandamases. Aquí deberíamos privarnos un poco para aliviar las penurias de esa pobre gente.

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