CAMPAÑA ELECTORAL 28-A

La campaña electoral, que de hecho empezó al anunciarse los comicios generales del próximo día 28, va destinada a la captación de votantes por los diferentes partidos, sin que bastantes candidatos y “ mitineros “ reparen en la viabilidad y la oportunidad de sus respectivas propuestas y compromisos, pues lo que les importa es ganar y luego ya se verá. Más grave es cuando se es consciente de que de lo dicho no habrá nada. Ya lo dijo Tierno Galván: “ las promesas electorales están para no cumplirlas “.

Las ofertas son varias y generalmente opuestas, según las distintas ideologías, introduciéndose en ellas, en muchas ocasiones, cuestiones prefabricadas e inducidas mediáticamente que no responden a las demandas prioritarias de la ciudadanía. Incluso, en estos días, se utiliza electoralmente el suicidio asistido de María José Carrasco, retransmitido reiteradamente por televisión para reabrir la polémica de la eutanasia, cuando ésta debe tratarse serena y multidisciplinarmente desde las diversas perspectivas éticas, filosóficas, médicas, humanas y jurídicas, encaminadas al derecho a una muerte digna y a conocer sus requisitos y limitaciones, así como valorar también el recurso a los cuidados paliativos para tan dramáticos casos.

Gran parte de la gente tiene decidido el voto en función de su ideología, forma de pensar y sentir, así como por la receptividad a una de las diversas “ mercancías “ que se venden. En cualquier caso, finalizada la jornada electoral del 28-A, se pasará de las palabras a los hechos, y por fin habrá finalizado el martilleo electoral de los mítines, tertulias políticas e insufribles “  comecocos” a través de twitter y whatsapp