Lo esencial de la Navidad es rememorar y celebrar el
nacimiento del hijo de Dios, Jesús. Durante la misma, además de las prácticas
religiosas por la llegada del Niño-Dios al Mundo, se intensifican las relaciones
familiares y de amistad, intercambiándose las felicitaciones tradicionales y los
buenos deseos para el inminente año nuevo. Por ello, nos complace transmitirlos
desde Amediasta: ¡ FELIZ NAVIDAD Y VENTUROSO AÑO NUEVO ! Al propio tiempo,
deseamos que la PAZ y el BIEN se extienda por toda la tierra, que reine la
hermandad entre todos los pueblos y sus gentes, y que la prioridad benefactora
vaya dirigida hacia los que más sufren, a las víctimas de cualquier clase de
explotación, así como respecto a los que no tienen acceso o no se les facilita
la oportunidad de vivir con la dignidad inherente al ser humano.
No desvirtuemos el significado de la Navidad.
Contribuyamos a difundir y recuperar el espíritu de la misma, un año tras otro.
Tras el nacimiento del Niño en un pesebre de Belén, cantaron los ángeles,
acudieron los pastores, y los Reyes-Magos de Oriente, siguiendo la estrella,
fueron a adorarle y le ofrendaron con oro, incienso y mirra. Melchor, Gaspar y
Baltasar también vendrán el Día de los Reyes para traer los regalos,
esperándoles los niños con ilusión.
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