El principal responsable de nuestra inestabilidad
política es el presidente del Gobierno en funciones Pedro Sánchez. Las razones,
como tantas veces se ha advertido, es la megalomanía y la ambición por el poder.
Con tal de conseguirlo no repara en medios, consecución de apoyos ni el precio a
pagar por ellos, aunque se ponga en peligro la unidad, solidaridad y convivencia
entre los españoles. Al carecer de principios lo relativiza todo.
Por mucho que consiga irá en busca de más y más, sin
darse cuenta de que, aunque listo y hábil- también lo son los trileros –, es
sólo un hombre dedicado a la gobernanza provisional, y que por los avatares de
la política y sus vericuetos fue escalando hasta lo alto. Que el destino lo baje
del burro. La noria chirría y el agua no sale. Hay socialistas
competentes, con sentido del Estado y capacitados para
tomar las riendas de su partido y corregir los entuertos producidos por el Sr.
Sánchez y sus palmeros dóciles. Por propia supervivencia, el PSOE deberá hacerlo
algún día.
Cercana la Navidad felicitamos a nuestros lectores y a
todos los que no nos conocen, deseándoles “ Paz y Bien “.
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