EN LA ONOMÁSTICA DE SANTA TERESA DE JESÚS

 De Santa Teresa de Jesús, denominada también de Ávila, cuyo onomástica se celebra hoy, es el poema místico siguiente:

 

”Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,

La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.”

 

 

En el poema transcrito, Teresa- fundadora de la Orden de Las Carmelitas Descalzas y Doctora de la Iglesia – se habla a sí misma y, como dice un estudioso de la santa: “ tutea a esa Teresa que habita en su interior, la que busca y encuentra a Dios. Por eso es capaz de desdoblarse y mantener una conversación entre la Teresa física y la espiritual que hay dentro de ella “.

 

Necesitaríamos, a modo de cura anímica, desasirnos de los tormentos y las preocupaciones que nos oprimen, y hablar a nuestro interior, como lo hizo Teresa, para que el Altísimo fuera nuestro único anhelo, ya que “ Sólo Dios basta “. Pero estamos apegados excesivamente a lo terrenal y a las cuitas diarias, sin reparar que “ Todo pasa “. Pasarán también los que nos quieren robar la libertad y el alma.