viernes, 4 de febrero de 2022

LOBOS

  

El refrán  “ Nunca llueve a gusto de todos “ puede trasladarse perfectamente a la política, en la que las discrepancias están al orden del día, pudiendo llegar al sectarismo y al odio, que se propaga, según las ideologías, las preferencias y los intereses personales, a una buena parte del común, originando posturas irreconciliables. Pero ello no obsta para que los temas políticos estén presentes en las conversaciones y en los contactos sociales, hasta el extremo de aburrir, ya que nada positivo aportan los posicionamientos radicales, como tampoco los alimentados por las redes y determinados tertulianos “ progres ” y “ demócratas “. Por higiene mental, conviene no implicarse en tales diatribas y alejarse de ellas.
 
Aristóteles dijo que “ El hombre es un animal político “. Prescindiendo del significado de dicha afirmación ( organización social, participación en los asuntos públicos, búsqueda del bien común y de la felicidad, etc.), lo cierto es que tal “ animal “ necesita ser domesticado y adiestrado, para que el hombre no sea un lobo para el hombre ( “ Homo homini lupus “ ). El sectarismo y el odio son dentelladas inferidas al hombre y al conjunto social. Muchos lobos esteparios van buscando su presa.

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