Acoge papel los
pesares,
reflejo de la amargura
por la dolencia de la Patria mía.
Malvados campando a sus anchas,
sin nadie que sujete sus bridas,
la arrastran al desguace.
Triste destino el de la Nación,
antaño perfumada por rosas,
ahora erial de espinas.
El canto de “ Il Penseiro “
aflora destierros vividos;
“ La libertad “ de Nana Mouskouri
habla de lloros y penas:
“ ...Recordar un día sin luz,
de tu miseria mi país olvidó
por un día quien eras “.
Cuartilla excusa el lamento
en ti depositado,
se lo llevará el viento.
El “ capitán “ que nos guía
no tiene sentido patrio;
errantes, sin agua,
nos dejó al albur del desierto.
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