Las expresiones desafortunadas,
inadecuadas son;
las vistas como las vistas
y las tiñas de cualquier color.
Una vez dichas,
de ellas se sacan conclusiones,
sean acertadas o erróneas.
El posterior repliegue de velas,
alegando que han sido sacadas
del general contexto,
de nada les vale a los descontentos
y ofendidos, reales o fingidos.
Les vinieron como el anillo al dedo,
para fingirse víctimas del verbal
desliz,
sacar provecho del mismo
y venderlo o
regalarlo cual regaliz.
A diario los lobos lanzan exabruptos
y dardos mortales contra las ovejas.
Éstas, sean churras o merinas,
no responden con igual virulencia.
Se agrupan en diferente corral;
tiran unas de y contra otras
El “ lupus “ aúlla contento,
sale indemne de la invectiva.
Llama a arrebato contra el pastoril
rebaño,
que sienta su reales en diferente redil.
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