En Cataluña siguen deshojando las
margaritas,
para tratar de conformar Gobierno.
A la gresca andan los
independentistas;
la sucursal socialista no se decide
por la compañía a elegir en su
opción
de presidir la “ Generalitat “.
Legítima aspiración que en el aire
está.
Puigdemont insiste en ser el
presidente.
Los de ERC quisieran para sí la
tarta.
La CUP no para de enredar y
estorbar.
Les trae al pairo España y su
unidad.
No son de fiar.
Pero los 7 votos de “ Junts
“
lanzaron a Sánchez a la
Moncloa.
Éste fue el precio a
pagar
por una ambición sin par.
Pesadilla de nunca acabar.
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