Han transcurrido 40 años años desde la muerte de Franco, y en esta cuarentena han surgido más antifranquistas de los que tuvo en vida, en la que principalmente sólo los comunistas y un puñado de anarquistas se atrevieron, con riesgo por su parte, a intentar acabar con él y su régimen, sin conseguirlo. Murió en las primeras horas de un 20 de Noviembre en el madrileño hospital La Paz, por el agravamiento de diversas dolencias. En su testamento al pueblo español dejó escrito:
"....os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón, del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado y le prestéis, en todo momento, el mismo apoyo de colaboración que de vosotros he tenido. No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los intereses supremos de la patria y del pueblo español toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura....Mantened la unidad la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de su regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la patria..." ( Para los interesados, ver la entrada publicada en este blog el 13-09-2012 con el título " Relectura del testamento de Franco", en la que se incluye íntegramente el testamento.)
Dejó el futuro " atado" con la designación de Don Juan Carlos como futuro Rey, y el estamento militar obedeció su última voluntad el 23-F de 1981, cuando el golpe de Estado frustrado, al acatar la decisión real. Antes, en las incertidumbres de la Transición, todas las fuerzas políticas apostaron por la reconciliación y consensuaron la vigente Constitución, en la que se establece que España es " un Estado social democrático y de Derecho" y que " se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles".
Ahora, con el revisionismo histórico y las ansias de revancha, abundan los que quieren ganar la guerra perdida, la civil de 1936-1939-, en la que por edad no participaron, y revivir los viejos demonios que condujeron a la confrontación. Sobre Franco se pueden tener opiniones diferentes, al igual que sobre el llamado bando republicano en los prolegómenos y durante la contienda civil, pero no cabe negar que conocía bien de qué pie cojeamos los españoles. Quiso sentar las bases para evitarlo en el futuro, mas algunos se obstinan en no aprender las lecciones de nuestra historia.
Dejemos que los caídos de una y otra parte descansen en paz, y no removamos sucesos y el pasado de aquellas personas que, acertada o equivocadamente, defendieron sus respectivos ideales. Desde el más allá claman por la unidad y la convivencia en paz, pero tropiezan con demasiados duros de entendederas y corazón. Así nos va.
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