El líder de PODEMOS, Pablo Iglesias, ha expresado sus condolencias a " las familias de la víctimas, a sus vecinos y amigos, y al conjunto del pueblo francés" por la masacre terrorista perpetrada anoche en París; ha ofrecido su "plena disponibilidad" al Presidente del Gobierno de España "para cualquier reunión en la que podamos ser útiles para nuestro país, Europa y el pueblo francés"; y al mismo tiempo que pone en valor la libertad, la democracia y los derechos humanos, dice que su partido no se sumará al pacto antiyihadista firmado por PP y PSOE, ya que el " compromiso con lo que significa Europa, que tiene que ver con las libertades, no pasa en ningún caso por la venganza".
Parece o simula ignorar que el terrorismo " yihadista" ha declarado la guerra contra Occidente; quiere imponerle mediante el terror de la sangre sus postulados islamistas y, en consecuencia, aniquilar los principios y valores democráticos, que proclamamos y estamos obligados a preservar, para reemplazarlos por los suyos. No cabe confundir la legítima defensa con la venganza. Si se quiere derrotar al enemigo fanático, que no entiende ni atiende a razones, no cabe otro recurso que la unidad contra el mismo y concertar con serenidad, pero con firmeza, cuantas acciones sean necesarias y llevarlas a cabo valerosamente.
Anoche, el Daesh- el autodenominado Estado Islámico- se cebó a placer en París, perpetrando 129 asesinatos, entre ellos el de un joven ingeniero español, y 350 heridos, de los cuales 80 se encuentran en estado grave. Fue una noche de horror y terror; " un acto de guerra cometido por un ejército terrorista", como afirmó el Presidente francés Hollande. Desgraciadamente volverá a producirse, al igual que anteriormente en Francia y en otros países occidentales. No se puede olvidar, por ejemplo, el 11-M en Madrid y el 11-S en Nueva York, espeluznantes atentados terroristas islamistas. La amenaza macabra persiste, y ante ella no hay que acobardarse, ni andar con remilgos o medias tintas; es cuestión de supervivencia.
Ante la gravedad extrema de la situación, Pablo Iglesias, con sus condolencias aparte y que creemos sinceras, ha desperdiciado el momento de sumarse al pacto antiterrorista. Además de populista parece ser- queremos creer que a su pesar-un " tonto útil" más del terrorismo islamista.
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