Parece que hay una competición, especialmente en determinados ayuntamientos gobernados por las izquierdas, para ver quien gana el premio al laicismo beligerante, a falta de solucionar los problemas de su incumbencia que realmente importan a los ciudadanos y para encubrir la incompetencia de su gestión.
Una de las últimas "originalidades"- absurda, innecesaria y prepotente-, entre las muchas que se vienen prodigando, ha sido también noticia nacional. La ha protagonizado el Ayuntamiento de Valencia al retirar u ocultar la iconografía religiosa de las capillas del cementerio y del tanatorio municipal, que sólo podrán exhibirse en las ceremonias religiosas si se solicita expresamente.
Tocaron el poder y sacaron a relucir con desfachatez e intolerancia sus ancestrales fobias anticristianas; pero son muy comprensivos con el Islam, respetable, por otra parte, cuando no lo contamina el odio y la violencia. Y es que se les podrá tildar de muchas cosas, menos la de tontos; saben con qué y con quienes no es conveniente ejercer el despotismo sectario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario