¿ DIÁLOGO CON LOS SECESIONISTAS ?

Unos actúan ingenuamente con buena fe, otros con intención perversa, y terceros para sacar rédito político. Pero todos ellos abogan por el diálogo en relación al desafío secesionista catalán, incluso proponiendo mediadores, obviando que, en este caso, no cabe diálogo alguno mientras los que han provocado el problema no retornen a la senda de la legalidad y lealtad constitucionales. Está claro que éstos, con Puigdemont a la cabeza, no lo van a hacer, como tampoco respetar las normas del Estado de Derecho.

Es posible que, con tretas, intenten retrasar la ejecución de las medidas procedentes, encaminadas a restablecer la normalidad y legalidad democráticas en Cataluña, mas persistiendo en el sinsentido de, unilateralmente, segregarse de España y proclamar su ilusoria república independiente.

Mientras tanto la maquinaria judicial está en marcha, y el peso de la Justicia caerá, más pronto o tarde, sobre los sediciosos, que gozan de las garantías procesales del ordenamiento jurídico español, despreciado y vilipendiado por ellos. Paralelamente, el Gobierno viene actuando, aunque bastantes voces, indignadas por la gravedad del  momento, opinan que ya debería haber adoptado los instrumentos político-legales existentes más contundentes, para frenar o atajar la rebeldía.

Hay que admitir que compete a Rajoy decidir cuándo es el momento oportuno. Los apoyos matizados- el sí, pero...- del líder socialista Pedro Sánchez, pueden estar influyendo, según varios analistas, en algunas precauciones del Presidente del Gobierno. En cualquier caso, con los inconvenientes de no saber las claves subyacentes, el momento oportuno debe estar próximo; llegado éste, procederá llevarlo a cabo con o sin el apoyo sin fisuras de Sánchez.