martes, 10 de octubre de 2017

LA MANIFESTACIÓN PATRIÓTICA DE BARCELONA Y EL DESPUÉS


Cerca de un millón de personas se manifestaron pacíficamente anteayer en Barcelona por la unidad de España, expresando con palabras y pancartas el sentimiento de ser a la vez españoles y catalanes. Es verdad, como se ha repetido hasta la saciedad, que no se puede entender Cataluña sin España, ni ésta sin aquélla. Como nunca se había visto antes, y hartos de la opresión coactiva y discriminatoria del independentismo, una multitud- la mayoría silenciada por el nacionalismo excluyente- perdió el miedo, dio la cara y se pronunció inequívocamente por la convivencia democrática en paz y libertad.

Pasada la jornada festiva y reivindicativa, hay que volver a la realidad. Los secesionistas no cejarán en su empeño, diseñado y fomentado durante décadas. Aparte de que Puigdemont proclame, como ha anunciado, unilateralmente hoy la independencia, aunque sea por plazos, y sin validez jurídica e imposible de materializar, el Gobierno activará, tal como afirma reiteradamente, las medidas político-legales procedentes; esperemos que sea así y no defraude.

En cualquier caso, desmontar el entramado implantado por el nacionalismo en los diversos ámbitos( adoctrinamiento, manipulación, falsificación histórica, victimismo infundado,etc. ), con la sumisión gratificada de muchos medios de comunicación catalanes, determinados intelectuales y demasiados docentes costará varios años. Y mejor no pensar si, ante unas eventuales elecciones, autonómicas o generales, las ganase un frente populista de la izquierda radical y los nacionalistas cogidos de la mano. Supuesto que se evitaría si los partidos constitucionalistas se concertasen para evitarlo; sería una irresponsabilidad imperdonable y una traición a España si no lo hicieran así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario