Durante este año que acaba de comenzar, deberíamos preguntarnos qué podemos hacer cada uno para que fuera mejor que el anterior en todos los aspectos. Todos podemos aportar algo, y no esperar a que los gobiernos, los políticos y los diferentes responsables económico-sociales resuelvan por sí solos todos los problemas, aunque tendría que ser ser su principal cometido.
Pensando en el bien común, todos, dentro de las facultades y posibilidades de cada uno, pueden contribuir a construir un mundo más justo y solidario. Se puede empezar, como requisito previo, por el autoexamen personal que nos lleve a descubrir cómo somos y nos comportamos. Sería el punto de partida para enmendar errores y pasividades, haciendo una la lista de buenos propósitos, aunque éstos suelen incumplirse y se renuevan sucesivamente cada nuevo año.
El cambio a mejor sólo es posible desde la introspección individual, que pone al descubierto nuestras carencias anímicas y el modo de superarlas. Guiados por el Amor, sin esperar más recompensa que la satisfacción personal, llevaremos la paz y el bien a los demás. Vale la pena intentarlo. Hay mucha aflicción alrededor nuestro y en todo el mundo que clama compasión y ayuda a la humanidad. Siendo receptivos a esas llamadas, podremos tener la conciencia en paz
Punto de encuentro en el que confluyen opiniones y reflexiones con el afán de aportar un granito de arena al bien de España, de su unidad y lengua universal, la fraternal concordia, recuperar valores ya en el olvido y reivindicar las raíces cristianas de Occidente. Para ello es preciso tomar postura, aspirar a ser un actualizado CRUZADO cuyas armas sean la palabra, la pluma y ejemplar ciudadanía.
martes, 9 de enero de 2018
2018: POR UN MUNDO MEJOR
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario